7 pistas que pueden indicar que tu gato está enfermo.
Los gatos tienen la gran capacidad de hacer pasar por alto muchos de los síntomas propios de una enfermedad, tienen esa habilidad mucho más desarrollada que los perros.
En la clínica diaria, detectamos enfermedades graves, tanto agudas como crónicas, que pasan completamente desapercibidas a muchos de sus propietarios desde su inicio.
Quizás sea su instinto de supervivencia, heredado de sus ancestros salvajes, que les ha hecho desarrollar la capacidad de no mostrar debilidad para no ser una presa fácil frente a sus depredadores, quizás sea parte de su magia felina…, no lo sabemos a ciencia cierta, pero lo que sí sabemos es que son expertos en camuflar su malestar. Esto marca una importante diferencia porque cuanto antes se detecta una enfermedad, antes podemos poner tratamiento para su curación, o al menos, frenar su avance.
Cuando nuestros compañeros felinos dejan de comer de forma súbita, vomitan o tienen diarrea, o cuando vemos que cojean, es evidente que están enfermos y acudimos al veterinario para tratar de solucionarlo.
Sin embargo, muchas de las enfermedades más habituales en nuestros felinos no son tan evidentes y comienzan de manera muy sigilosa, son difíciles de detectar.
Por esta razón haremos un repaso de los principales síntomas, no tan llamativos, que pueden presentar nuestros amigos y que debemos aprender a identificar lo antes posible.
- PELAJE
El pelo es el reflejo del alma del gato. Cuando nuestros amigos gozan de un buen estado de salud pasan horas y horas acicalándose, sacando brillo a su pelo y deshaciéndose del pelo muerto y la descamación de la piel (caspa).
Cuando el pelo pierde brillo, se le cae en abundancia (especialmente por zonas delimitadas), cuando aparece mucha caspa…, quiere decir que nuestro amigo no se está acicalando o no lo está haciendo tanto como antes.
La falta de acicalamiento es un síntoma claro de que algo no va bien. Muchas enfermedades pueden cursar con este síntoma, sobre todo, los problemas articulares (artritis/artrosis) o enfermedades en la cavidad oral (gingivoestomatitis, problemas dentales, etc.)
- ORINA O DEFECA FUERA DE LA BANDEJA
Muchos propietarios creen que esta conducta es porque el gato quiere vengarse por algo o simplemente que se ha vuelto “poco higiénico”, pero nada más lejos de la realidad. Los gatos no se vengan de nosotros orinando fuera de su bandeja sino que intentan decirnos que algo no va bien.
Existen muchos problemas orgánicos que pueden hacer que orinen/defequen en sitios no deseados: desde enfermedades puramente urinarias (cistitis idiopática, infecciones urinarias, cristales en orina,…), hasta cualquier enfermedad que pueda cursar con dolor, especialmente si les duele al adoptar la postura de micción/defecación.
Solo descartadas todas las causas posibles de enfermedad física podemos decir que es un problema de comportamiento, pero en este caso, no se trataría de una venganza, sino que nuestro amigo ha desarrollado un cuadro de estrés o bien aversión por su arenero, por el tipo de sustrato, por la localización del mismo o por algún motivo que debemos averiguar para poder solucionarlo.
- BEBE MUCHA AGUA
De toda la vida se ha dicho que el agua es salud, pero un incremento en la ingesta de agua en los gatos, siempre debe llamar nuestra atención y debemos acudir a un veterinario inmediatamente. La mayoría de las enfermedades más habituales en nuestros gatos, sobre todo los de mayor edad, hacen que beban más agua de lo habitual, lo que se acompaña con un aumento en la cantidad de orina (ensucian mucho más que antes el arenero)
La diabetes mellitus, la enfermedad renal crónica y el hipertiroidismo son, entre otras, enfermedades muy frecuentes en animales de mediana y avanzada edad. El primer síntoma que se suele presentar es el aumento de la ingesta de agua, por lo que debemos estar pendientes ya que estas patologías deben ser tratadas con urgencia.
- PERDIDA DE PESO
Conforme nuestros felinos se hacen mayores suelen perder masa muscular, normalmente se debe a una atrofia de los músculos, especialmente de la zona lumbar. Sin embargo, que se hagan mayores no justifica una pérdida de peso importante o continua, debemos revisar que está ocurriendo.
En ocasiones, pierden peso a pesar de tener un buen apetito y no le damos importancia porque vemos que nuestro gato sigue comiendo abundantemente.
Comer y a pesar de ello perder peso es para muchos de nosotros un sueño, pero en los gatos nos indica que nuestro amigo no absorbe bien los nutrientes. La enfermedad inflamatoria intestinal, el hipertiroidismo, las pancreatitis o los linfomas intestinales, entre otras patologías, pueden provocar fenómenos de mala absorción a nivel del aparato digestivo, llevando al animal a un proceso de desnutrición lento pero progresivo.
- LE CUESTA MASTICAR O SALIVA EN EXCESO
Cuando los gatos presentan alguna alteración en la boca comienzan a salivar en exceso (sialorrea), evitan comer dieta seca, dejan de acicalarse y solo en los casos más avanzados muestran signos de dolor al masticar y/o acaban dejando de comer. Otras veces simplemente notaremos que presentan un aliento desagradable.
Cualquier enfermedad oral va a cursar con esta sintomatología, pero siempre va a aparecer de manera progresiva. Es por ello que es importante revisarles la boca de vez en cuando, observar que no hay piezas dentarias que se muevan, gingivitis, acumulo de sarro o úlceras en encías.
- BOLAS DE PELO
Tradicionalmente se pensaba que los vómitos de pelos en gatos eran completamente normales ya que necesitan “purgarse”. Recientes estudios han demostrado que la alta frecuencia de vómitos de bolas pelos (tricobezoares) en gatos suelen estar asociados a problemas en la motilidad gástrica e intestinal (por enfermedades del aparato digestivo) o bien debidos a un exceso de consumo de pelo por enfermedades que causan con picor o dolor (se arrancan el pelo lamiéndose como forma de aliviarse). Por este motivo, si nuestro compañero felino vomita con frecuencia estas bolas de pelo debemos acudir al veterinario para detectar donde se origina el problema.
- PASA MUCHO TIEMPO ESCONDIDO
A los gatos les apasiona dormir y les encantan sus ratos de soledad, sin embargo, si nuestro felino empieza a pasar mucho rato escondido, no quiere interaccionar con nosotros o cambia sus rutinas diarias (por ejemplo, deja de tomar el sol en su sitio preferido), son comportamientos que nos pueden estar indicando malestar físico o estrés, debemos investigar que está pasando.
Esperamos que este breve resumen os sea útil para aprender a detectar los cambios en la salud de vuestros compañeros gatunos, como hemos visto, algunos síntomas son más evidentes que otros, pero pueden pasar desapercibidos si no estamos pendientes de identificarlos.
Recuerda que es necesaria una visita anual al veterinario para realizar un chequeo a tu compañero para detectar cualquier enfermedad lo más pronto posible. En el caso de gatos senior o de edad más avanzada se recomienda una revisión semestral.
Nota de la autora: este texto es meramente divulgativo, hablar de los síntomas de enfermedad de una especie tan compleja y especial como es la especie felina daría para un largo y denso tratado de muchas páginas.
Autora: Esther Valle. Veterinaria en Clinica Veterinaria Conde Duque. Madrid.